viernes, 2 de diciembre de 2011

↕ Del otro lado, Saborea tu veneno! ↕


Y he limpiado tu sangre con mis pestañas,
de qué te quejas?
que tanto lloras?
El negro eterno en el piso romano,
es la huella que dejó mi regocijo.

Me humillaste con tus cantares
mientras estaba encerrado en las celdas
de tus malditos besos,
de tu vagina humeante,
de tus pechos de rayo desintegrador,
de tus nalgas reflectoras de sed de vino dulce,
Ahora he renacido de entre tus fábulas
bordeadas de mentiras abrazadas por el 
sacrilegio amargo que te conduce por ese
mar descarriado.

Ahora me tienes sentado en este trono,
donde has tenido que lustrar mis calzados 
hechos de nubes, más no de tinieblas,
desempolvar mi traje de oropel,
más no de cuero de serpiente.

Ahora he visto todas estas bellísimas doncellas,
y te he visto entre ellas, una nota desafinante, 
llamándome desconsoladamente,
con el desespero que me caracterizaba,
con tus palmas ahora blancas,
queriéndome dar de comer,
cuando ahora estoy más que satisfecho;
queriendo complacer un alma que no la atañe
la necesidad que antes inducía al suicidio 
a cada vena de mi cuerpo.

Has probado ese licor maldito del que siempre
habías dado a beber y te has dado cuenta
que tan anchas son las zuelas de estos zapatos 
que nunca más calzarás,
a la espera de un sueño tétrico e imposible.

Sabiendo, que nunca has podido abandonar el 
castillo aún cuando te he abierto las puertas hechas de
cadáveres de personas que antes intentaron lo mismo 
que tú; ya viste el resultado.

Te he hecho unas alas, no de cera, has probado que 
si puedes volar; porqué vuelves a este hombro,

ahora fortalecido? a este hombro que ya nunca
acarreará un ave carroñera como tú?

Disfruta desde abajo ver a este gigante,
que con el veneno que me inyectaste,
ahora mata!!!

ILUSA!!!